miércoles, 3 de mayo de 2017

Ser emprendedora o emprendedor recién graduado de la Universidad

En mi curso de Teoría Administrativa en el TEC una de las unidades de estudio es el espíritu emprendedor. Analizamos lecturas y casos viendo el tema desde diferentes perspectivas. Una de ellas es si conviene más emprender recién graduado de la Universidad o dejar pasar unos años para ganar experiencia. La evaluación de cierre es un ensayo de opinión sobre el tema. Esta vez quiero compartir en este blog el trabajo que más me gustó, elaborado por mi alumna Paula Roselló Cordero.

Conocer la visión sobre el tema emprendedor de una joven recién ingresada al TEC siempre es estimulante. Les recomiendo su lectura.


Búsqueda de nuestro emprendedor interior

Por Paula Roselló Cordero

Cada fase que superamos en nuestra vida nos enfrenta a retos diferentes, que nos preparan para la siguiente, uno de ellos se nos presenta cuando tenemos que buscar lo que queremos dedicarnos a futuro. En quinto año participamos en ferias educativas, en las cuales encontramos profesionales en todas las áreas donde nos dan charlas de lo que es la carrera, lugares donde podemos laborar y ejemplos de cómo podría llegar a ser nuestra vida, una guía. En esa etapa decidimos nuestra carrera, en mi caso escogí Administración de Empresas, pero una de las razones por la cual la escogí fue por influencia de mi familia, la mayoría son emprendedores, tienen sus propias empresas y los tomo como un ejemplo de lo que yo quiero en mi vida.

Este ensayo no lo escribo para persuadir de que todos se tienen que crear su propia empresa o que para llegar a hacerlo se tienen que ir por el camino que yo escogí que es administración, lo escribo para dar a conocer a ver el punto de vista que tienen las personas alrededor de una persona recién graduada o finalizando su carrera, y las razones por las cuales no hay que seguir esas opiniones y guiarse por lo que uno en serio desea, sea que se quiera trabajar para una corporación o propio, sin importar la carrera que se cursó.

Conocemos muchas personas que recién se gradúan de la universidad y la mayor incógnita de ahora es: ¿Ahora qué hago? Muchos se van y continúan trabajando en la empresa donde hicieron la práctica, ya que les ofrecen un trabajo fijo, una buena ganancia a pesar de la edad que se tiene y los pocos gastos que tienen, entonces no quieren arriesgar esa estabilidad, empezar un proyecto propio sabiendo que al principio posiblemente no tengan los ingresos deseados, y crean que están estancados y no van a progresar con ese proyecto nunca. Pero obvio tienen 21-24 años, y acabamos de salir de un camino que fue totalmente guiado.

¿Por qué lanzarse al “agua” e ignorar esos miedos que tenemos? Una empresa puede ser difícil de empezar, analizar bien el proyecto, metas que se tienen, el dinero que se ocupa, no es fácil, pero si le preguntamos a empresarios que sienten al ver como creció su compañía después del tiempo, se sienten orgullosos y mantienen por alto de que es la mejor decisión que han tomado. Lo ven como un hijo, que ha crecido y madurado con el tiempo y que la mayoría del tiempo ya se maneja solo.

Nosotros como jóvenes tenemos muchas ventajas que no conocemos o no estamos conscientes de ellas. Al ser joven sabemos mucho de lo que ocupa la sociedad, ya que nosotros estamos interesados en hacer un cambio en ella, a veces tenemos pequeñas ideas y decimos: “Esto es lo que se ocupa para vivir mejor”. Conocemos la población más joven y también nos relacionamos con la población adulta, nuestras ideas son frescas, las hacemos llamativas. Pero tenemos una desventaja, a veces no nos gustan o se teme a los retos, y empezar un proyecto es un reto totalmente fuera de la guía que nos dieron en la universidad o colegio, estamos saliendo totalmente de nuestra área de confort. Y eso nos da miedo, nos da miedo arriesgar todo y ver que no tenga futuro o ver como al principio va a ser duro, pero no vemos más allá, no vemos que en un momento nuestra empresa va a ser tan exitosa y todos esos miedos nos van a empezar a dar risa.

Las corporaciones son como leones hambrientos, si se pueden llamar así. Cuando muchos estudiantes se gradúan de universidades exitosas, los empiezan a buscar, llenándolos de cosas llamativas, como buen salario, beneficios, cosas que nosotros los jóvenes nunca hemos tenido, cierta independencia económica hasta personal. Pero al tiempo, ese mundo de colores se va desvaneciendo, ya no nos gusta ir a trabajar, no damos lo mejor de nosotros, no nos dan ascensos, empezamos a dejar de tener esa pequeña importancia que tuvimos al principio, ya no somos tan nuevos, hay personas que al sentirse así caen, entran en depresión, renuncian, pierden el rumbo de su vida, por acomodarse a su primera opción.

Si está bien, la experiencia es importante como dirán muchos, ¿pero por qué no ganarse su propia experiencia? Lanzarse al agua sin flotador como dirán muchas personas. Somos jóvenes, en este momento no tenemos muchas responsabilidades, la mayoría vivimos con nuestros padres, techo fijo, comida fija, cama fija. Posiblemente al principio tengamos que dar la mayor parte de nuestro dinero, o hasta pedir ayuda financiera, pero de ese cargo no pasa, porque uno le está dando todo a un proyecto en el que confiamos y sabemos que eso nos va a hacer feliz por el resto de nuestra vida. Como todo en la vida al principio es duro, uno no se monta a una bicicleta ya sabiendo manejar, uno va aprendiendo en las caídas, así es empezar un proyecto.

Somos nuestro propio jefe, al principio van a ser largas jornadas de trabajo porque tenemos que hacer crecer nuestro proyecto, pocos ingresos, más gastos que ganancias, vamos a recibir el dinero que solo necesitamos para sobrevivir, porque uno no empieza desde la cima como antes dicho, es como ir subiendo escalones. Nos vamos a encontrar con personas que no crean en nuestro proyecto, que la ser jóvenes nos vean incrédulos, como que no sabemos nada de la vida, pero no al contrario sabemos tanto que hemos decidido crecer solos, poner nuestro todo y probar que la edad no es un impedimento para lograr algo grande en la vida.  A veces nos vamos a sentir ofuscados, que no tenemos mucho tiempo, pero es cuestión de organizarse, tener claro nuestras metas y la forma en que queremos lograrlas, elaborar un plan de vida.

Tenemos que buscar personas que crean en nuestro proyecto, en que nos apoyen al 100%. Al principio traer una idea tan fresca y nueva pueda crear muchas interrogantes, pero cuando esa idea se vuelva en una empresa exitosa, vamos a ver que todo lo que tuvimos que hacer era confiar en nosotros y lo que sabemos, y que los jóvenes podemos hacer un cambio.

Todo empieza con un papel y una idea, que tal vez veamos muy fuera de lo común, pero toda gran empresa empieza así, hasta las corporaciones que nos ofrecen trabajo cuando nos graduamos empezaron así. No todos empiezan en grande, conocemos muchos empresarios que empezaron jóvenes como Mark Zuckerberg, Steve Jobs, Michael Dell, personas que admiramos en este momento por su gran éxito. ¿Por qué no nos convertimos nosotros también en una persona de admirar como ellos? Si leemos la historia de su proyecto, todo empieza en un cuarto pequeño, poco dinero, pocos seguidores, pero ahora es todo lo contrario, grandes operadores, gran capital, muchos seguidores, el éxito que siempre soñaron, entonces ¿queremos asumir el reto?