En el mundo emprendedor, uno de los temas que la mayoría del tiempo se da por sentado es que la persona que emprende su propia empresa debe arrancar de cero, al menos esa es mi experiencia trabajando en el tema en Costa Rica así como América Latina.
No es común para nosotros pensar en comprar una empresa, como quien compra una casa, un auto, un bien o un activo. Pero si lo pensamos bien, comprar una empresa puede ser una excelente oportunidad para emprender sin tener que iniciar de cero.
Una empresa en marcha, por lo menos tendrá establecida una propuesta de valor, una cartera de clientes que la ha aceptado, unos procesos básicos que ler permitan operar, un recurso humano apto para gestionar la empresa y un conjunto de activos (tangibles e intangibles) valiosos, entre otras cosas.
Ahora bien, como en cualquier compra hay que saber cómo buscar y de qué forma negociar. No sería muy buena idea ir a buscar a la empresa más exitosa del momento y ofrecer comprarla a sus dueños, a no ser que usted tenga mucho dinero.
Algunas ideas que le pueden servir si decide dar el paso.
1- Aprenda o busque asesoría sobre valoración de empresas. Es decir, cómo ponerle precio a una empresa. En el mercado hay cursos, vídeos y bibliografía que le pueden orientar. O en su defecto, contrate un buen asesor financiero y ponga eso dentro de su presupuesto de gastos.
2- Trate de calzar su sueño emprendedor con las empresas existentes. Salvo que su idea sea tan revolucionaria que nadie más la esté haciendo, en la mayoría de casos es posible calzar nuestro sueño emprendedor en alguna categoría de negocio existente. Por ejemplo, si yo decidiera emprender mi propia empresa posiblemente buscaría una librería o una agencia de viajes porque se relacionan directamente con dos de mis pasiones (aunque por el momento mi vida de profesor e investigador en el Tec me apasiona más y al mismo tiempo me permite de alguna forma abarcar las otras dos).
3- Cuando identifique el sector vea quienes están compitiendo y valore sus opciones. Si seguimos con mi ejemplo, hay librerías que venden libros nuevos y otras de segunda mano. Si yo optara por tratar de comprar una de las librerías grandes y líderes seguramente tendría que tener mucho dinero, además, posiblemente sus dueños no quieran vender. Pero si veo con atención, quizá encuentre alguna librería que su dueño quiera vender porque está cansado, porque se jubilará pronto y no tiene sucesor o porque quiera aprevechar la oportunidad que le ofrezco. La otra opción es buscar las que están en problemas financieros o gerenciales. Acá la ventaja es que se puede ofrecer un precio de remate, literalmente. La desventaja o la precaución mejor dicho, sería que la revisión debe ser muy exhaustiva, debemos verificar bien que los problemas no sean tan graves que impidan revivir a la empresa de forma exitosa.
4-Una vez decidido su target, haga el debido proceso. Es decir, manifieste su interés al dueño actual, si hay anuencia de su parte valore los aspectos financieros, operativos, estratégicos y legales de la empresa. Acá es donde inicia el trabajo arduo y donde la asesoría experta será muy provechosa. Piense en una buena asesoría financiera según mencionamos previamente y además legal, existen muchos elementos a considerar en este ámbito para que la negociación cierre de forma exitosa.
Esta última parte es la que requiere mucho trabajo, acá la simplifiqué en exceso para fines ilustrativos claramente, pero por algo en el argot se le llama "debida diligencia" (due diligence en inglés). Ahora bien, si comparamos esta parte del due diligence con el proceso de iniciar de cero el emprendimiento, quizá valga la pena pensarlo.
¿Qué le parece?