viernes, 29 de enero de 2016

¿Es Uber un caso de innovación disruptiva?


Esa fue la pregunta que lanzaron como gancho los profesores Clayton Christensen, Michael Raynor y Rory McDonald, para invitarnos a leer su artículo sobre qué es la innovación disruptiva en el volumen de diciembre anterior de la revista Harvard Business Review.

El artículo es algo teórico, para lo que usualmente acostumbra publicar esta revista, pero los autores sostienen que una mala definición del tipo de innovación a la cual nos enfrentamos o buscamos generar, puede llevarnos a tomar malas decisiones.

Pero veamos qué nos dicen los autores sucintamente, para definir si Uber es innovación disruptiva y sus implicaciones para la práctica gerencial.

Una innovación disruptiva, explican los autores, se origina en dos posibles fuentes: en mercados de baja gama o en puntos de apoyo de nuevos mercados. Un mercado de baja gama es donde se ubican aquellos clientes a quienes menos atención les pone una empresa  porque está enfocada en atender a sus clientes más exigentes y rentables. Por otro lado un punto de apoyo en nuevos mercados es crear un mercado nuevo, es decir convertir a quienes no consumen un producto o servicio en nuevos consumidores del mismo.

La otra característica de las innovaciones disruptivas acorde a la teoría de los autores es que este tipo de innovaciones no atrapan a los clientes hasta que la calidad de sus productos y servicios cumplan sus estándares. Es decir, generalmente las innovaciones disruptivas se consideran inferiores a  los productos y servicios establecidos o dominantes pero, conforme pasa el tiempo y aumenta su calidad o se consolida su modelo de negocios, terminan robándose el mercado de los competidores consolidados.

Analizando el caso de Uber parece que no se cumplen los preceptos por lo cual no califica como disruptiva. ¿Y eso importa se preguntan los mismos autores? ¿Qué más da llamarla de una u otra forma?

Acá el asunto es que una buena teoría sirve para tomar decisiones. En general es bastante aceptado que existen diversos tipos de innovación, (disruptiva, sostenibles y de eficiencia en términos del profesor Christensen y sus colegas o incrementales versus radicales según el Manual de Oslo) y por ende la forma de administrar cada una difiere.

En el caso de Uber parece que estamos ante una innovación sostenible o incremental. Entonces ¿cuáles respuestas estratégicas podríamos esperar de los competidores consolidados, es decir principalmente taxis?

El primer argumento ha sido acudir al contexto legal, para tratar de eliminar a los competidores. Es algo válido, recordemos que la estrategia de una empresa contempla los factores internos y externos. En este último se incluye el entorno y las regulaciones legales son parte fundamental del mismo. Pero, ¿debería ser esa la única alternativa?,    ¿no será riesgoso asumir una defensa solamente desde esa postura?

¿Qué otras alternativas tendrían los competidores que se enfrentan a una competencia de este tipo de innovación incremental?

Una muy usada es la copia, es decir lanzar sus propias aplicaciones y tratar de imitar el modelo de negocios de Uber. De hecho en las noticias han aparecido algunos casos aunque son aislados según me ha parecido a mí, sin estar muy enterado del tema. Pero además de copiar (en el buen sentido de la palabra desde el punto de vista estratégico) también se puede pasar a la contra ofensiva buscando atacar con otras innovaciones.

¿Qué le parece?, ¿qué estrategias podrían usar las empresas que enfrentan este tipo de innovaciones?

Le invito a que compartamos  ideas.