miércoles, 13 de junio de 2018

¿Cómo son las emprendedoras costarricenses?



El emprendimiento, entendido como el proceso de detectar ideas de negocios y explotar dichas ideas, ha estado asociado mayoritariamente a los hombres. Existe mucha evidencia científica que así lo demuestra, lamentablemente. Esto es un problema importante para la sociedad y la economía.

Lograr aprovechar todo el enorme potencial innovador, creativo e intelectual que tienen las mujeres es un reto.

Recientemente en asocio con dos colegas (Marcela Rodríguez una estudiante del TEC y Carmen Castrejón una profesora mexicana) publicamos un artículo donde analizamos cómo son las emprendedoras costarricenses, usando información del Observatorio de las Mipymes.

¿Qué concluimos? De forma muy resumida lo siguiente.

·  Las mujeres que analizamos iniciaron su empresa motivadas principalmente por un deseo de  independencia.

·      La mayoría inició su empresa en una edad entre los 35 y 49 años y su nivel educativo era universitario.

·      Las empresas creadas en su mayoría se dedican a brindar servicios.

·      Estas empresas de mujeres representan aproximadamente un 17% del total de empresas del país.

Es importante considerar que el Observatorio de Mipymes recoge información de empresas formalmente constituidas, eso hay que  tomarlo en cuenta al analizar los resultados.

¿Cuáles son los principales obstáculos que perciben las emprendedoras?

Esto también lo estudiamos mediante un abordaje vía entrevistas en profundidad con una muestra reducida de mujeres, tanto en Costa Rica como México (para usar de contrastación).

Los obstáculos percibidos fueron su liderazgo y empoderamiento, así como los roles en la sociedad.

En el artículo finalmente recomendamos implementar programas educativos con visión de género, fomentar el empoderamiento, fortalecer los programas de apoyo y acompañamiento para las mujeres empresarias.

Un tema adicional importante en esta línea es el uso de modelos de rol.

Es decir, mostrar mujeres empresarias exitosas y exponerlas como ejemplos de que si se puede. Al respecto, hace poco en nuestro canal de YouTube “Si me lo hubieran dicho antes” publicamos un vídeo con una historia emprendedora de Lizzy Retana, una emprendedora en ciencia y tecnología. Ese tipo de casos pueden ser muy útiles para impulsar el emprendimiento femenino.

Al final de esta publicación abajo, le dejo el link del artículo por si gusta leerlo así como el del caso en YouTube por si quiere mirarlo.

Pero antes me gustaría mucho conocer su opinión a esta pregunta:

¿Cuáles otras acciones podemos tomar para impulsar el emprendimiento femenino?


Referencias





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