martes, 27 de abril de 2021

Buscando o evaluando socios para emprender: tome en cuenta estos consejos

 

Hace poco recibí un mensaje de mi amigo Erick Guillén preguntándome mi opinión sobre una persona que fue estudiante nuestro en la maestría del TEC, pues estaba pensando proponerle que fueran socios en una nueva empresa que Erick quiere formar. Rápidamente le respondí que dicha persona me parecía honesta y de mucho empuje, por lo cual mi percepción era que podría ser un buen socio.

 

Ese mismo día me quedé pensando que yo señalé dos elementos, honestidad y empuje, pero de seguro hay más. De ahí me surgió la idea de publicar este post, pensando en las personas que están buscando o deben valorar si se asocian con alguien para crear una empresa.

 

Lo primero que hice fue consultar a gente allegada, quienes poseen socios en sus empresas. Traté de mezclar, hombres y mujeres, en diferentes rangos de edad, dueños de empresas que operan en diversos sectores, algunas con muchos años de operar versus otras más jóvenes. En fin, busqué variedad de criterios.

 

A mi llamado respondieron cuatro personas, Rafael Campos, Allan Matarrita, Juliana Redondo y José Andrés Pérez. Posteriormente busqué qué señala la investigación académica al respecto, para tener una doble perspectiva, la experiencia y la científica.

 

Producto de lo anterior, presento a continuación el resumen con los puntos más importantes. Luego le comento quienes son las personas que atendieron el llamado y comparto sus respuestas completas (ligeramente editadas para fines de presentación en el post).  Creo que merecen ser leídas.

 

Los puntos más importantes a considerar al buscar o evaluar socios son los siguientes:

 

·         La persona(s) con quien me asocie debe compartir mis valores y principios.

 

·         El ejemplo más común fue el matrimonio. Se debe tener el mismo cuidado y nivel de comunicación. Además, desde el inicio es buena idea prever los términos de una eventual separación.

 

·         Es muy importante auto conocerse pues todas las personas entrevistadas coincidieron en que los socios deben complementar nuestras habilidades y mejorar nuestras debilidades. Socios iguales a uno no es una buena idea en opinión de todos los entrevistados.

 

·         Tener como socios a amigos o familiares no necesariamente es bueno, se debe valorar con sumo cuidado. Especialmente en función de los puntos anteriores.

 

·         La experiencia no es tan importante. Pesan más los factores anteriores.

 

·         El aporte de cada socio debe ser diferente pero equitativo, es decir, todas las personas deberían aportar según sus habilidades y conocimientos, pero de forma equitativa.

 

 

Ahora bien, ¿qué dice la literatura científica al respecto?

 

Desde hace muchos años está probado que empresas conformadas por equipos de socios tienen mayores posibilidades de sobrevivir y obtener mejor desempeño que las empresas conformadas por un solo socio. No obstante, mucha de la investigación científica no considera la distribución de habilidades entre los socios, es decir, no contempla la composición del equipo fundador. Y como vimos, acorde a nuestros entrevistados esto importa, y mucho.

 

Recientes investigaciones han empezado a indagar en dicha composición. Entre los artículos que consulté, me encontré uno de los profesores Daniel Reese, Verena Rieger y Andreas Engelen quienes plantearon un abordaje muy interesante. Primero dividieron las habilidades (o competencias como se le llama más frecuentemente en la jerga académica) de un equipo de socios en tres posibles categorías: emprendedoras, gerenciales y técnicas. Las primeras tienen que ver con identificar oportunidades y llevarlas a cabo en entornos poco conocidos y riesgosos. Las segundas están relacionadas con la coordinación de tareas y personas e implican la generación de recursos, las decisiones de asignación y la supervisión de los procesos para que la empresa funcione correctamente. Finalmente, las terceras son las relacionadas con el campo técnico especializado en el cual la empresa se desenvuelve, concretamente fabricar o comercializar un producto, o prestar un servicio. 

 

Posteriormente eligieron como muestra de su estudio 1863 equipos de fundadores de empresas en Estados Unidos, enlistadas en una base de datos especializada en tales temas. De dichos equipos recogieron información sobre sus habilidades o competencias usando LinkedIn como fuente de información. Posteriormente analizaron comparativamente el desempeño de la empresa (medido por la cantidad de capital inicial de inversión que recibieron) en función del grado de distribución de las habilidades. Esto fue así, equipos donde todos los socios compartían plenamente los tres tipos de habilidades (emprendedoras, gerenciales y técnicas) versus equipos donde esas habilidades se distribuían de diferente forma.

 

¿Las conclusiones del estudio?

 

Es necesario que todas las personas del equipo fundador posean un cierto nivel de habilidades emprendedoras pero las habilidades gerenciales y técnicas es mejor que estén distribuidas en diferentes personas. Veamos como esto coincide con lo que nos dijeron nuestros entrevistados, complementariedad en habilidades, reforzamiento de nuestras debilidades. 

 

Así que ya lo sabe, cuando de buscar o evaluar socios se trate, siga estas reglas que la experiencia y la investigación nos proporcionan.

 

Para quienes deseen profundizar, a continuación, les dejo las respuestas detalladas de las personas que acudieron a mi llamado, así como la referencia del artículo científico consultado.

 

Rafael Campos, socio de Altus, una empresa fundada en 2007, dedicada a la prestación de servicios de consultoría y valor agregado en tecnologías de información y comunicación me dijo lo siguiente: 

 

Nunca he tenido la experiencia de "buscar" un socio, pero sí he tenido socios buenos y no tan buenos, entonces mi recomendación para esta persona iría más en el sentido de qué características buscar en un socio.

 

Primero, le haría la trillada advertencia de que una sociedad es como un matrimonio y que, por tanto, el socio debe escogérsele con el mismo cuidado que se escogería a un cónyuge. Además, que debe preverse un posible divorcio desde el día uno. Es mejor dejar las reglas claras respecto a una posible separación desde el inicio de la sociedad que entrar en pleitos después.

 

El socio debe ser una persona que comparta mis valores y principios. Si mis principios no me permiten involucrarme en prácticas de negocios que considero incorrectas no puedo tener un socio que sí esté dispuesto a hacerlo. Lo mismo con el riesgo, si mi tolerancia al riesgo es baja, no puedo tener un socio que todo el tiempo quiera asumir riesgos altos.

 

En cuanto a habilidades duras y blandas, el socio debería ser un complemento de uno mismo. Si yo soy bueno en el área técnica, sería mejor conseguir un socio bueno en el área comercial. Si yo soy introvertido, sería útil tener un socio extrovertido.

 

Hay que tener cuidado con socios "más experimentados". No necesariamente porque un socio tenga más edad y experiencia que yo, significa que sus opiniones y decisiones serán mejores que las mías. Me sucedió que tuvimos un socio 10 años mayor en quien confiamos ciegamente para administrar la empresa y al final mis otros socios y yo, más jóvenes y con menos experiencia, terminamos tomando mejores decisiones que él.

 

 

Allan Matarrita, fundador de varias empresas en tecnología y comunicaciones, su más reciente The Sonar Company, un startup con sedes en Estados Unidos y Costa Rica, que utiliza tecnología de transmisión de datos a través de frecuencias ultrasónicas, me respondió de la siguiente forma. 

 

Siento que cuando queremos emprender, buscar un socio es en lo primero que pensamos. Tal vez por sentirnos acompañados frente a algo que no conocemos.  Entonces buscamos  generalmente entre nuestros amigos o conocidos de confianza. Creo que en ello se cometen varios errores, pues en mi opinión un socio debe venir para complementar nuestras debilidades.

 

Entonces, en mi opinión, el primer paso siempre debe ser el autoconocimiento. Preguntarse qué tengo por aportar, y cuáles  son mis principales debilidades. Si en la situación inicial de mi compañía, hay debilidades que representan un bloqueo (por ejemplo, descubrir que no tengo talento para las ventas, o que por el contrario, tengo muchos contactos pero no sé cómo hacer el producto),  pues entonces es mejor buscar un socio que compense esa debilidad. Si mis habilidades actuales no representan ningún tipo de bloqueo, el socio puede esperar.

 

Un socio siempre debe ser  complementario. En mi experiencia, muchos emprendimientos comienzan con dos socios que hacen exactamente la misma labor. Eso es una mala señal. Los problemas empezaran si uno tiene mejor desempeño que el otro, o no hay claridad en las funciones.

 

El networking me parece una buena forma de buscar socios potenciales. Y por supuesto, tiene que haber click. Al final del día somos seres humanos. Es como buscar una pareja.

 

Juliana Redondo, emprendedora fundadora de varias empresas en las áreas de salud y servicios, me compartió estas reglas. 

 

 

·         No hacer negocios con familia, esas relaciones las cuido mucho como para exponerlas a las tenciones propias de un emprendimiento.

 

·         No confundas un buen amigo con un buen socio, hay que evaluar el posible socio 100 % por lo que puede aportar al emprendimiento, fría y calculadoramente

 

·         Para emprender el socio debe poder complementar tus debilidades, en lugar de parecerse a vos, este es el punto más riesgoso, porque uno se siente bien con los que piensan igual que uno, pero es posible que  si tus fortalezas y debilidades se parecen a las de los socios, no hay buen complemento, alguien tiene que ser bueno vendiendo y otro bueno produciendo, lo administrativo y financiero o se aprende o se subcontrata pero producir y vender sí que hace falta quien se haga cargo.

 

·         Si desconfías de tu socio, salí corriendo, a cuenta de que arriesgarse y salir pronto antes que haya algo de plata que complique las cosas.

 

·         Si al evaluar lo que cada socio aporta hay desbalance, es muy posible que termine en mal puerto

 

·         Para emprender o el socio aporta plata en serio, lo que ocupa para el arranque (socio financiero) o aporta trabajo en serio, claramente definido quien hace que, aportar solo ideas no sirve de nada, de buenas ideas  está lleno el mundo, hace falta mucho trabajo para echarlas a andar.

 

·         Si es posible logra al menos 52 % de las acciones, por si te ves en el apuro aplicar ese peso a tu favor para alguna decisión crucial.

 

 

Jose Andrés Pérez Bertozzi, cofundador en el año 2004, junto a seis socios más, de la empresa GTS®, especializada en el aprovisionamiento de servicios y soluciones en el área de software y tecnologías digitales, me contestó de la siguiente forma.

 

Respecto a tu consulta ¿Qué le recomendarías a alguien que está buscando un socio para emprender una empresa? me gustaría remitirme a un libro que leí hace unos años de Grandes Casos Empresariales que tiene el título de "El relanzamiento de Microsoft: Cómo reinventaron su empresa Bill Gates y Steve Ballmer", en este libro se habla de cómo Gates reclutó a Ballmer y particularmente el subtítulo de este acontecimiento lo llaman "La extraña pareja". 

 

En el texto se evidencias las características físicas opuestas de ambos personajes, así como sus diferencias académicas y de experiencia; si bien eran conocidos de la juventud cuando estudiaron juntos, Gates pasaba por un momento caótico y necesitaba de una persona de confianza que le ayudara a poner orden en su empresa; contaban con visiones de vida distintas, pero Gates sabía que necesitaba a Ballmer, por lo que le hizo una propuesta que Ballmer terminó aceptando (aún pese a la polémica de muchos de que este no podía programar) para convertirse en el undécimo empleado de Microsoft. 

 

Esta paráfrasis de la historia me hace ver que para determinar cuál es el socio adecuado para mi negocio, debo de conocer mi negocio, saber dónde estoy fallando y cuáles son las necesidades de mi negocio para complementarlas con personas que cubran esos vacíos, un socio de confianza, que si bien, puede tener una personalidad opuesta, llegue a balancear el barco del negocio, complementando sus habilidades de manera alineada con la visión de la empresa.

 

La investigación que utilicé fue publicada en el siguiente artículo:

 

Reese, D., Rieger, V., Engelen, A. (2020) Should competencies be broadly shared in new ventures' founding teams? Strategic Entrepreneurship Journal, 1– 22. 

https://doi-org.ezproxy.itcr.ac.cr/10.1002/sej.1356