jueves, 2 de febrero de 2023

¿Nuevos hábitos en lugar de nuevas metas para febrero?

Cada vez que iniciamos un año nuevo, escuchamos por diferentes medios que es momento de establecer metas, de planificar lo que haremos, de establecer prioridades y tener un nuevo inicio. Y muchos lo hacemos (yo me incluyo en ellos) pero muchas veces cuando se acerca el fin del primer mes, enero, empezamos a titubear. Caemos en cuenta que no hemos logrado ni siquiera en este primer mes hacer parte de lo que nos habíamos planteado, ya sea ejercitarnos más, perder peso, estudiar, leer, dedicar más tiempo a nuestra pareja o familia, cultivar nuestras amistades, entre otras cosas. En fin, nos pasa lo que sucede mucho en las empresas también, planificamos muy bien pero a la hora de ejecutar no somos igual de buenos. O dicho en sabiduría popular, "del dicho al hecho hay mucho trecho".


Por otro lado, también tenemos a las personas que no hacen el intento de establecer algunas metas. Conozco algunas de ellas, lo que me dicen es que eso es perder el tiempo, no acostumbran hacerlo, no se sienten bien planificando, es muy rígido y que la vida no se vive de esa forma. O incluso peor, que no tiene sentido si de por si no alcanzarán lo que se han planteado.


Si usted se halla en alguna de estas dos situaciones o en el medio, quiero proponerle algo diferente, no piense en metas, piense en hábitos. Propóngase al menos adquirir un nuevo hábito este mes de febrero, el que sea, siempre y cuando le atraiga (y sea beneficioso claro está). ¿Qué es un hábito? En términos muy sencillos es algo que hacemos de forma "automática", sin pensarlo mucho y de forma recurrente. Esto aplica desde las cosas más rutinarias (¿Qué hace usted apenas se despierta en la mañana?) hasta las más elaboradas (¿Cómo se prepara cuando tiene que estudiar o analizar en profundidad algún tema?). 


¿Y por qué pensar en nuevos hábitos en lugar de nuevas metas? La razón es simple, el hábito lo podemos controlar, la meta no. El hábito nos conduce a la meta. El hábito está bajo nuestro control. Asumiendo que le convencí, de al menos pensar la idea, seguramente pensará ok, ¿y cómo lo hago? ¿Cómo se adquieren nuevos hábitos o se desechan lo que que no son convenientes?


Para el "cómo hacerlo" quiero sugerir un libro que leí recientemente titulado "Hábitos atómicos" de James Clear. Me parece que da una excelente guía. Le resumo brevemente algunas de las principales ideas y al final como de costumbre le dejo algunas referencias por si desea profundizar por su cuenta. 


El argumento del libro es simple, si logramos mejorar un pequeño porcentaje cada día, con el paso del tiempo ese pequeño porcentaje se acumulará y será muy significativo. Además, tendemos a sobreestimar los grandes cambios y subestimar los pequeños, por eso la idea de hábitos atómicos, es decir cambios y hábitos muy pequeños que nos permiten incrementar ese pequeño porcentaje diario.


El autor establece tres niveles de cambio, resultados, procesos e identidad. El último es el más profundo y duradero, por eso en una parte de libro sugiere no darle tanta pelota a los objetivos y en lugar de ello trabajar más en los procesos. Para ello propone cuatro etapas para formar hábitos, Cue, Craving, Response and Reward (Pista, Deseo, Respuesta, Recompensa). Ese proceso mental es permanente y el autor lo subdivide en dos subetapas, la del problema (pista y deseo) y la de solución (respuesta y recompensa).


Para crear buenos hábitos, el autor propone:

Pista: hazlo obvio.

Deseo: hazlo atractivo.

Respuesta: hazlo fácil.

Recompensa: hazlo satisfactorio.


Para eliminar malos hábitos:

Pista: hazlo invisible.

Deseo: hazlo no atractivo.

Respuesta: hazlo difícil. 

Recompensa: hazlo insatisfactorio. 


Luego va analizando cada uno en un capítulo dedicado a ello con sugerencias y consejos prácticos. Acá varios de los más que me llamaron la atención:


1. Tenga claros sus hábitos. Todos los tenemos, aunque a veces no son perceptibles. En este caso la sugerencia es llevar un diario de todo lo que usted hace cada día, eso le permitirá visualizar sus hábitos y con ello decidir cuáles desea eliminar y abrir espacio para los nuevos.


2. Si quiere adquirir un nuevo hábito póngale hora y lugar específicos. Acá un "truco" avanzado es ponerlo después de un hábito que usted ya posee. Por ejemplo, inmediatamente después de cenar haré tal cosa.


3. Administre su contexto. Muchas veces los hábitos están supeditados a un contexto concreto. Ejemplos reales, si desea comer más sano esconda o mejor aún deje de comprar esa comida que sabe que no es beneficiosa y ponga más visible (alrededor de su casa u oficina) la comida saludable. Haga más fácil comer sano y más difícil no hacerlo.


4. Dese pequeñas recompensas. Después de que haga tal cosa (nuevo hábito deseado) haré tal cosa (algo que desea hacer o que tiene el hábito actual). Típico ejemplo de nuestros días. Solo podré ver redes sociales (lo deseado) hasta que haya leído al menos 15 minutos (nuevo hábito). Dicho de otra forma, antes de abrir las redes sociales en la noche después de cenar tengo que haber leído al menos 15 minutos (note que en este caso unimos una recompensa, un nuevo hábito y el lugar y hora).


5. Únase a una comunidad, cultura o tribu proclive al nuevo hábito que busca adoptar. Si su meta es empezar a ejercitarse, pasar el tiempo con sus amigos que solo se dedican a ver deportes,  beber cerveza, y comer frituras no es lo mejor. Acá toca expandir sus horizontes, tampoco se trata de abandonar a sus amigos, pero busque diversificar. Únase a grupos de gente que hace el ejercicio que le gustaría practicar, pueden ser comunidades virtuales o reales. 


6. Es un asunto de frecuencia, no de tiempo. Yo he leído muchas respuestas a la pregunta cuánto dura una persona en adquirir un hábito, 14 días, 21 días, meses, etc. Acá el autor acude a la investigación que respalda el hecho que es la frecuencia y no el tiempo lo que al final importa.  Entre más lo practique más rápido lo asumirá.


7. En el momento definitivo use la regla de dos minutos. Cuando llega el momento de la verdad, ese donde se decide todo (escoger la comida sana o lo contrario, ponerse las tennis o no, abrir el libro o no, hacer esa llamada o visita o no) el autor propone la regla de dos minutos. Dedique en los primeros casos dos minutos al nuevo hábito eso es todo, dos minutos de comer sano, ejercitarse, leer, estudiar, llamar a un amigo o familiar. Si logra esos dos minutos de forma recurrente irá avanzando hacia ese nuevo hábito.


El libro posee muchos más recursos e ideas. Si gusta adentrarse en el mismo abajo le dejo los detalles. Además, en nuestro canal de YouTube, "Si me lo hubieran dicho antes" discutimos esas ideas por si gusta escuchar al respecto le dejo el link del episodio.


Y usted, ¿Cómo adquiere nuevos hábitos?


Referencia del libro: Hábitos atómicos: Cambios pequeños, resultados extraordinarios. Autor: James Clear. Editorial Diana. 


Episodio en YouTube: Video