viernes, 19 de abril de 2024

Historias que cambian su cultura organizacional

La cultura organizacional es determinante para el desempeño de toda empresa u organización, sin importar su condición, tamaño, sector, antigüedad, ubicación o fines (con o sin lucro). Esa cultura está compuesta por valores, creencias y normas intangibles y difundidos por toda la organización. La evidencia científica ha demostrado claramente que si la cultura no está alineada con la estrategia, será muy difícil que se cumplan los objetivos establecidos en la estrategia.


Una frase famosa en el campo de la estrategia, atribuida a Peter Drucker reza que “la cultura se come a la estrategia en el desayuno ”, ya que la cultura es la que traduce la estrategia en acciones y comportamientos que producen los resultados. En muchas ocasiones sin embargo, es necesario modificar la cultura para que se alinee a la estrategia o simplemente para permitir que la empresa u organización mejore.


Un cambio cultural es de las cosas más retadoras en una organización (o en una región o país) y cualquiera que haya pasado por esta experiencia pueda dar fe de ello.  Recientemente leí un artículo en Harvard Business Review que aborda precisamente el tema del cambio cultural y me gustó mucho su propuesta y viabilidad de ejecución. No es una receta milagrosa que ofrezca soluciones simples, pero la propuesta del artículo, basado en una investigación con 60 empresas alrededor del mundo, me lleva a pensar que se puede implementar en muchas organizaciones. Como hago usualmente cuando encuentro material valioso comparto en este blog un resumen y al final dejo la referencia por si desea leer el artículo completo.


En primer lugar, los autores aclaran que rápidamente detectaron que ninguna de las iniciativas de cambio exitosas había comenzado con una lista de valores fundamentales deseados para una nueva cultura, ni con estudios detallados de la cultura actual ni revisando las políticas de  evaluación y retribución de los empleados. Esos aspectos no fueron importantes, al inicio del proceso. La conclusión que presenta el artículo es que al inicio del proceso de cambio cultural el factor más importante fue que las personas líderes de la empresa crearon o propiciaron historias sobre acciones que no eran coherentes con la cultura establecida pero reforzaban una nueva cultura alternativa más alineada a lo que se buscaba en la estrategia.


Crear historias que reforzaran la nueva cultura deseada, fue el factor más importante para detonar el cambio verdadero. El artículo presenta ejemplos de historias reales, que sucedieron en diferentes empresas en distintos países, que fueron dirigidas a modificar culturas organizacionales para que fueran más proclives a temas como orientación al cliente, conducta innovadora, enfoque en alta calidad y bajo costo, entre otros. De esa forma el artículo muestra historias relacionadas con líderes sincerándose con su equipo de trabajo para demostrar vulnerabilidad y autenticidad, en otros casos líderes conversando directamente con sus consumidores o con colaboradores de las líneas de atención al cliente, así como empleados haciendo cosas extraordinarias para satisfacer a sus clientes. En todos los casos las historias fueron el mejor ejemplo de lo que la nueva cultura implicaba para la organización y cómo eso se alineaba con la estrategia.


¿Cómo aplica esto en nuestras empresas? A partir de su investigación los autores proponen seis principios para crear esas historias que cambien la cultura:


1. Ser auténtico. El primer principio es que las historias sean auténticas en el sentido que reflejen los valores y creencias de la persona que lidera. No se vale fabricar historias con el fin de transmitir los nuevos valores que se desean impulsar, la hipocresía o mentira es fácil de detectar. 


2. La persona que lidera el cambio debe estar en esas historias. Como máxima autoridad o referente de la empresa, dicha persona debe aparecer o protagonizar alguna de las historias.


3.  Las historias de cambio cultural deben demostrar que los valores y creencias del pasado ya no se aplican a la vez que  describen las nuevas normas culturales.


4. Trate que las historias lleguen a las mentes pero además a los corazones de las personas.


5. Hay que ser un poco teatral. Si quiere que las historias sean difundidas por la organización, debe hacerlas memorables.


6. Empodere a otras personas para crear sus propias historias, proporcione espacio y celebre esas otras historias que reflejen el cambio cultural deseado.


Es importante aclarar que estas recomendaciones no son lo mismo que vemos cuando una empresa organiza una campaña promocional interna o externa para resaltar algunas de sus personas por una o otra razón. Ni tampoco estamos hablando de iniciativas como el empleado del mes o similares. Estamos hablando de historias que se difunden informalmente a través de las personas. Por temas de espacio solo compartiré un ejemplo de una de las historias, pero como dije al inicio el artículo ofrece diversos ejemplos.


El ejemplo que deseo resaltar es el de una empresa grande brasileña donde el gerente general estaba tratando de impulsar un cambio de cultura organizacional para pasar de una organización altamente jerárquica y verticalista (las altas autoridades dictaban la estrategia y el resto de la organización solo ejecutaba) en condición de monopolio hacia una nueva cultura enfocada en el servicio al cliente y en competencia.  En este marco dicho gerente compró un servicio de Internet para su casa particular y tuvo problemas para el servicio funcionara. 


Acá es dónde inicia la historia. En lugar de llamar a un gerente de su equipo para que le arreglara el problema, llamó directamente a la línea telefónica de servicio o soporte, como un cliente más. Después de dos horas en el teléfono sin que el técnico de su empresa pudiera resolverle el problema esta persona le comentó que él era el gerente general y que quería preguntarle qué cosas necesitaría para resolver el problema con el servicio. El técnico, quien al inicio no le creía que fuera el gerente, le respondió dándole una lista de 14 factores que estaban produciendo el fallo en el servicio. A continuación el gerente llevó al técnico y algunos de sus compañeros de equipo para que le explicara al equipo gerencial de más alto nivel los problemas. Posteriormente  el gerente general suspendió la venta del servicio, asignó a dos ejecutivos de alto nivel que analizaran el problema y convocó a una siguiente reunión para que presentaras las propuestas de solución e invitó al equipo de técnicos para que estuvieran presentes en dicha reunión. 


Como se puede apreciar este tipo de historias no son las que aparecen en una campaña de comunicación ni en afiches, tampoco son reseñas de empleados del mes, es más, no hubo "campaña publicitaria" para difundirla, pero efectivamente la historia circuló ampliamente y ayudó enormemente a ir permeando una cultura de servicio al cliente dentro de la empresa.


Si conoce usted una historia similar a estas que cambian culturas me encantaría conocerla. Y si desea leer el artículo completo (en inglés) estas son las referencias:


Jay B. Barney, Manoel Amorim & Carlos Júlio (2023). Create stories that change your company’s culture: work with these six building blocks. Harvard Business ReviewSeptember–October 2023








jueves, 7 de marzo de 2024

¿Sus redes de negocios le ayudan a innovar?

La mayoría de empresas participan de una u otra forma en redes de negocios, ya sea con sus proveedores, con alguna cámara, gremio, o en ciertas alianzas. Usualmente esas redes le proporcionan a las personas participantes información, contactos, y algunos recursos. Pero, ¿influirán esas redes de contactos de alguna forma en la estrategia de la empresa y en su desempeño innovador, especialmente si son pymes?  

Esa fue la pregunta que dio pie a una investigación que concluimos hace poco con la publicación de un artículo científico y derivado de la tesis de Maestría en Investigación Empresarial en el TEC de Costa Rica de uno de los coautores del estudio. En este post quiero contarle brevemente el principal resultado de dicha investigación y luego la opinión y sugerencias de un propietario gerente de pyme que le consulté al respecto.

La primera respuesta es si, las redes influyeron al menos en las empresas que analizamos. Permítame resumirle muy brevemente dicha investigación. La metodología que usamos fue un modelo de regresiones aplicado a 205 pymes costarricenses que encuestamos en 2019 como parte de un proyecto de investigación internacional. La principal hipótesis fue que la pertenencia y participación en redes de negocios iban a ejercer un efecto mediador entre la estrategia de las empresas y sus resultados de innovación. Y eso fue lo que hallamos precisamente. 

Nuestro estudio concluye sugiriendo que cuando una Pyme participa en una red  empresarial debería valorar los beneficios que obtiene de ello, buscar mecanismos para compartir información y tratar de involucrarse en actividades que generen nuevos aprendizajes que influyan en las actividades de innovación de dicha Pyme. Para complementar lo anterior le pregunté a un emprendedor que conocí hace poco y me parece alguien que usa activamente sus redes de negocios, Oscar Rojas Badilla de la empresa Bjumper una empresa tecnológica que ha venido creciendo mucho recientemente.

Mi primera pregunta para Oscar fue si concordaba con la principal conclusión del estudio a lo cual me respondió que si, concretamente "he notado que las redes de negocios me brindan acceso a información valiosa, recursos, contactos, tecnologías y conocimientos que son difíciles de obtener individualmente". Incluso fue más allá y me señaló que "el involucrarme en actividades de aprendizaje conjunto ha estimulado la creatividad y la experimentación dentro de mi empresa, lo cual ha llevado a innovaciones en productos, servicios y procesos".

Mi segunda pregunta fue que en su experiencia cómo ha llevado eso a la práctica. En este caso deseo resaltar parte de su respuesta en la cual indica "participar en conferencias, asociaciones sectoriales, clústeres de innovación y plataformas colaborativas ha sido vital para fomentar una cultura de innovación dentro de mi empresa". Esto le ha permitido acceder a conocimiento especializado, recibir retroalimentación sobre ideas innovadoras, identificar tendencias relevantes e incluso encontrar socios estratégicos para ciertos proyectos.

Para finalizar le pregunté a Oscar sobre sugerencias para las empresas que desean aprovechar más sus redes para mejorar su innovación. En este caso planteó las siguientes:

  • Evaluar y seleccionar redes relevantes en las cuales participar.
  • Participar activamente en las redes seleccionadas.
  • Cultivar relaciones personales dentro de las redes.
  • Implementar en nuestra empresa lo aprendido por medio de las redes.
  • Medir constantemente si la red está generándome valor y decidir en función de ello si profundizo, continuo igual o abandono.


El mensaje final es que la participación en redes debe ser algo de cierta forma planificado, es decir, hay que tener objetivos y saber que esa participación debe rendir frutos. 

Si gusta profundizar en el tema le dejo los siguientes materiales:

1. El artículo completo de la investigación se puede descargar de forma libre y gratuita en este link: articulo


2. Las respuestas completas que me dio Oscar las considero muy valiosas, así que con su permiso las comparto como anexo final.


1. ¿Concuerdas con la idea que "cuando una Pyme participa en una red empresarial debería valorar los beneficios que obtiene de ello, buscar mecanismos para compartir información y tratar de involucrarse en actividades que generen nuevos aprendizajes que influyan en las actividades de innovación de dicha Pyme"? 
R/ Estoy de acuerdo con la idea. Estoy totalmente de acuerdo en que, al formar parte de una red empresarial, es importante valorar y aprovechar los beneficios que se obtienen. He notado que las redes de negocios me brindan acceso a información valiosa, recursos, contactos, tecnologías y conocimientos que son difíciles de obtener individualmente. Al compartir información y participar activamente en estas redes, he podido identificar y aprovechar oportunidades para innovar, mejorar mis estrategias competitivas y adaptarme rápidamente a los cambios del mercado. Además, el involucrarme en actividades de aprendizaje conjunto ha estimulado la creatividad y la experimentación dentro de mi empresa, lo cual ha llevado a innovaciones en productos, servicios y procesos.
2. En tu experiencia, ¿cómo has llevado a cabo lo anterior? Es decir, ¿cómo tus redes de negocios te han llevado a generar nuevos aprendizajes que influyan en tus actividades de innovación?
R/ A través de mi experiencia personal con las redes empresariales, he podido comprobar cómo han sido fundamentales para el crecimiento y la innovación. He utilizado estas redes para acceder a conocimientos específicos del sector, principalmente he promovido mi participación en INFOCOM que me ha permitido recibir retroalimentación sobre ideas novedosas, conversar sobre proyectos de investigación y desarrollo e incluso encontrar posibles socios estratégicos. También me han ayudado a identificar tendencias emergentes y tecnologías disruptivas que me han permitido evaluar mi negocio. Participar en conferencias, asociaciones sectoriales, clústeres de innovación y plataformas colaborativas ha sido vital para fomentar una cultura de innovación dentro de mi empresa.
3. ¿Qué le sugerirías a otras empresas que desean poner en práctica esta idea?
R/ Recomendaciones para las empresas que deseen adoptar esta idea:
  • Evaluar y seleccionar redes relevantes: Es fundamental identificar y unirse a redes que estén alineadas con nuestros objetivos estratégicos y áreas de innovación.
  • Participación activa: Mi participación activa en estas redes ha sido clave. Esto incluye asistir a eventos, compartir conocimientos, colaborar en proyectos y buscar oportunidades de aprendizaje.
  • Cultivar relaciones: Invertir en relaciones a largo plazo dentro de la red ha llevado a colaboraciones más sólidas y confiables.
  • Implementar lo aprendido: He integrado activamente los conocimientos y tecnologías adquiridos a través de la red en las operaciones y estrategias de mi empresa.
  • Medición y ajuste: Continuamente superviso el valor obtenido de mi participación en la red y estoy dispuesto a hacer ajustes, ya sea profundizando la participación en redes valiosas o abandonando aquellas que no generen valor.
4. Cualquier otro comentario será bienvenido.
R/ Uno de los mayores desafíos que enfrenté al participar en redes empresariales fue la abrupta transición a actividades completamente virtuales debido a la pandemia. La falta de interacciones cara a cara y el exceso de reuniones virtuales dificultaban establecer conexiones personales profundas y confianza, las cuales son fundamentales para una colaboración efectiva y el intercambio de conocimientos. La espontaneidad de las conversaciones y el enriquecedor intercambio de ideas que suelen ocurrir en encuentros presenciales eran más difíciles de recrear en un entorno virtual.
La pandemia me enseñó la importancia de ser flexible y adaptable en la gestión de redes empresariales. Si bien las actividades virtuales seguirán siendo una herramienta valiosa, especialmente para conectar con redes globales, las interacciones presenciales siguen siendo esenciales. En el futuro, creo que adoptaremos un enfoque más híbrido, aprovechando lo mejor de ambos mundos para fomentar redes empresariales sólidas y resistentes.

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Imagen de la Infografia resumen:








viernes, 26 de enero de 2024

¿Nuevos hábitos en lugar de nuevas metas para iniciar el año?

En 2023 mi primera publicación en este blog fue la misma que presento hoy, me parece muy importante proponernos crear nuevos hábitos ahora que iniciamos año. Solo edité un poco el texto original para ajustar un par de detalles. Espero resulte provechoso.

Cada vez que iniciamos un año nuevo, escuchamos por diferentes medios que es momento de establecer metas, de planificar lo que haremos, de establecer prioridades y tener un nuevo inicio. Y muchos lo hacemos (yo me incluyo en ellos) pero muchas veces cuando se acerca el fin del primer mes, enero, empezamos a titubear. Caemos en cuenta que no hemos logrado ni siquiera en este primer mes hacer parte de lo que nos habíamos planteado, ya sea ejercitarnos más, perder peso, estudiar, leer, dedicar más tiempo a nuestra pareja o familia, cultivar nuestras amistades, entre otras cosas. En fin, nos pasa lo que sucede mucho en las empresas también, planificamos muy bien pero a la hora de ejecutar no somos igual de buenos. O dicho en sabiduría popular, "del dicho al hecho hay mucho trecho".


Por otro lado, también tenemos a las personas que no hacen el intento de establecer algunas metas. Conozco algunas de ellas, lo que me dicen es que eso es perder el tiempo, no acostumbran hacerlo, no se sienten bien planificando, es muy rígido y que la vida no se vive de esa forma. O incluso peor, que no tiene sentido si de por si no alcanzarán lo que se han planteado.


Si usted se halla en alguna de estas dos situaciones o en el medio, quiero proponerle algo diferente, no piense en metas, piense en hábitos. Propóngase al menos adquirir un nuevo hábito este mes de febrero, el que sea, siempre y cuando le atraiga (y sea beneficioso claro está). ¿Qué es un hábito? En términos muy sencillos es algo que hacemos de forma "automática", sin pensarlo mucho y de forma recurrente. Esto aplica desde las cosas más rutinarias (¿Qué hace usted apenas se despierta en la mañana?) hasta las más elaboradas (¿Cómo se prepara cuando tiene que estudiar o analizar en profundidad algún tema?). 


¿Y por qué pensar en nuevos hábitos en lugar de nuevas metas? La razón es simple, el hábito lo podemos controlar, la meta no. El hábito nos conduce a la meta. El hábito está bajo nuestro control. Asumiendo que le convencí, de al menos pensar la idea, seguramente pensará ok, ¿y cómo lo hago? ¿Cómo se adquieren nuevos hábitos o se desechan lo que que no son convenientes?


Para el "cómo hacerlo" quiero sugerir un libro que leí recientemente titulado "Hábitos atómicos" de James Clear. Me parece que da una excelente guía. Le resumo brevemente algunas de las principales ideas y al final como de costumbre le dejo algunas referencias por si desea profundizar por su cuenta. 


El argumento del libro es simple, si logramos mejorar un pequeño porcentaje cada día, con el paso del tiempo ese pequeño porcentaje se acumulará y será muy significativo. Además, tendemos a sobreestimar los grandes cambios y subestimar los pequeños, por eso la idea de hábitos atómicos, es decir cambios y hábitos muy pequeños que nos permiten incrementar ese pequeño porcentaje diario.


El autor establece tres niveles de cambio, resultados, procesos e identidad. El último es el más profundo y duradero, por eso en una parte de libro sugiere no darle tanta pelota a los objetivos y en lugar de ello trabajar más en los procesos. Para ello propone cuatro etapas para formar hábitos, Cue, Craving, Response and Reward (Pista, Deseo, Respuesta, Recompensa). Ese proceso mental es permanente y el autor lo subdivide en dos subetapas, la del problema (pista y deseo) y la de solución (respuesta y recompensa).


Para crear buenos hábitos, el autor propone:

Pista: hazlo obvio.

Deseo: hazlo atractivo.

Respuesta: hazlo fácil.

Recompensa: hazlo satisfactorio.


Para eliminar malos hábitos:

Pista: hazlo invisible.

Deseo: hazlo no atractivo.

Respuesta: hazlo difícil. 

Recompensa: hazlo insatisfactorio. 


Luego va analizando cada uno en un capítulo dedicado a ello con sugerencias y consejos prácticos. Acá varios de los más que me llamaron la atención:


1. Tenga claros sus hábitos. Todos los tenemos, aunque a veces no son perceptibles. En este caso la sugerencia es llevar un diario de todo lo que usted hace cada día, eso le permitirá visualizar sus hábitos y con ello decidir cuáles desea eliminar y abrir espacio para los nuevos.


2. Si quiere adquirir un nuevo hábito póngale hora y lugar específicos. Acá un "truco" avanzado es ponerlo después de un hábito que usted ya posee. Por ejemplo, inmediatamente después de cenar haré tal cosa.


3. Administre su contexto. Muchas veces los hábitos están supeditados a un contexto concreto. Ejemplos reales, si desea comer más sano esconda o mejor aún deje de comprar esa comida que sabe que no es beneficiosa y ponga más visible (alrededor de su casa u oficina) la comida saludable. Haga más fácil comer sano y más difícil no hacerlo.


4. Dese pequeñas recompensas. Después de que haga tal cosa (nuevo hábito deseado) haré tal cosa (algo que desea hacer o que tiene el hábito actual). Típico ejemplo de nuestros días. Solo podré ver redes sociales (lo deseado) hasta que haya leído al menos 15 minutos (nuevo hábito). Dicho de otra forma, antes de abrir las redes sociales en la noche después de cenar tengo que haber leído al menos 15 minutos (note que en este caso unimos una recompensa, un nuevo hábito y el lugar y hora).


5. Únase a una comunidad, cultura o tribu proclive al nuevo hábito que busca adoptar. Si su meta es empezar a ejercitarse, pasar el tiempo con sus amigos que solo se dedican a ver deportes,  beber cerveza, y comer frituras no es lo mejor. Acá toca expandir sus horizontes, tampoco se trata de abandonar a sus amigos, pero busque diversificar. Únase a grupos de gente que hace el ejercicio que le gustaría practicar, pueden ser comunidades virtuales o reales. 


6. Es un asunto de frecuencia, no de tiempo. Yo he leído muchas respuestas a la pregunta cuánto dura una persona en adquirir un hábito, 14 días, 21 días, meses, etc. Acá el autor acude a la investigación que respalda el hecho que es la frecuencia y no el tiempo lo que al final importa.  Entre más lo practique más rápido lo asumirá.


7. En el momento definitivo use la regla de dos minutos. Cuando llega el momento de la verdad, ese donde se decide todo (escoger la comida sana o lo contrario, ponerse las tennis o no, abrir el libro o no, hacer esa llamada o visita o no) el autor propone la regla de dos minutos. Dedique en los primeros casos dos minutos al nuevo hábito eso es todo, dos minutos de comer sano, ejercitarse, leer, estudiar, llamar a un amigo o familiar. Si logra esos dos minutos de forma recurrente irá avanzando hacia ese nuevo hábito.


El libro posee muchos más recursos e ideas. Si gusta adentrarse en el mismo abajo le dejo los detalles. Además, en nuestro canal de YouTube, "Si me lo hubieran dicho antes" discutimos esas ideas por si gusta escuchar al respecto le dejo el link del episodio. Y en para iniciar este 2024 en el canal también hablamos de por qué muchas veces no alcanzamos las metas que nos propusimos, se comparto de igual manera.


Y usted, ¿Cómo adquiere nuevos hábitos?


Referencia del libro: Hábitos atómicos: Cambios pequeños, resultados extraordinarios. Autor: James Clear. Editorial Diana. 


Episodio en YouTube sobre Metas de inicio de año: Video

Episodio en YouTube sobre Por qué no logré mis metas: Video