Una vez que la innovación tiene una dirección clara (como vimos en el post anterior), necesita algo más para convertirse en una práctica constante dentro de la empresa: procesos.
🧭 Si la direccionalidad
marca el rumbo, los procesos son los caminos que permiten recorrerlo.
Hablamos de mecanismos que hagan posible que, una vez
detectada una necesidad o una oportunidad de innovación (en productos,
servicios, procesos u otras áreas), la organización pueda:
- Generar
ideas
- Valorarlas
y priorizarlas
- Testearlas
- Implementarlas
o descartarlas
🔍 Estos procesos no deben
ser complejos, pero sí adaptados a las características, recursos y cultura de
la empresa. Veamos cuáles son algunos de esos factores y cómo lo hacen
diferentes organizaciones:
📌 Tamaño de la empresa
El número de personas influye en cómo se estructura la
innovación:
- En
empresas pequeñas, como Colombia Cycling o Hugger Island (Medellín), los
procesos son simples y naturales: las ideas surgen de conversaciones
informales entre el equipo, los líderes e incluso los clientes.
- En
organizaciones más grandes, como Kemical o Industrias Mafam (Costa Rica),
o Alsec y Skudmart (Medellín), es necesario contar con procesos más
organizados para evitar el caos y asegurar que las ideas no se pierdan.
📌 ¿Procesos cerrados o
abiertos?
Otra decisión clave es si se permite que personas externas
participen en el proceso de innovación:
- Empresas
como Kemical o Vinzeta (Bogotá) mantienen procesos más cerrados, limitados
a sus empleados y clientes.
- Otras
como Rancho Medio Kilo (México) o Labfarve (Bogotá) optan por enfoques
abiertos, donde colaboran también proveedores, aliados, universidades o
incluso competidores.
📌 El entorno
competitivo
El sector en que opera una empresa también moldea sus
procesos:
- Una
agencia como TFG (Medellín), del mundo publicitario, puede experimentar
con libertad y agilidad.
- En
cambio, empresas reguladas como Labfarve (sector farmacéutico) deben
cumplir con normativas estrictas, lo que implica procesos de innovación
más formales y controlados.
✅ El mensaje central
Sin importar el tamaño, el sector o el enfoque, lo
importante es que exista un proceso estructurado (aunque sea sencillo) que
permita a la empresa:
➡️ Generar ideas
➡️
Evaluarlas
➡️
Probarlas
➡️
Ejecutarlas (o descartarlas de forma consciente)
Solo así la innovación puede pasar de ser un evento
esporádico a convertirse en un hábito sostenible.
📘 Este post es un
extracto de mi libro "Haciendo de la innovación un hábito",
basado en visitas a 15 empresas altamente innovadoras en México, Colombia y
Costa Rica.
En el libro desarrollo una propuesta práctica compuesta por
cuatro pilares:
Direccionalidad, procesos, cultura y personas, con liderazgo y contexto como ejes transversales.
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