Hacer preguntas de forma inteligente se está convirtiendo cada día más en una capacidad fundamental para las personas y las empresas. Los avances en Inteligencia Artificial (IA) han producido que pasemos de un esquema donde lo importante era tener respuestas inteligentes a otro donde lo que importa es la capacidad de hacer preguntas inteligentes. Quienes hayan trabajado con los nuevos sistemas de IA generativa como ChatGPT por ejemplo, habrán podido experimentar esto de primera mano. Además, los negocios se mueven en un entorno más rápido, en el cual abunda la información (las respuestas) y lo relevante es cómo llegarle a esa información de forma efectiva y ágil (las preguntas).
A raíz de lo anterior quiero compartir los principales puntos de un artículo que leí recientemente que me parece es muy valioso para estos fines. En el mismo, los profesores Arnaud Chevallier, Frédéric Dalsace, y Jean Louis Barsoux, basados en una investigación de varios años, proponen cinco tipos de preguntas que deberíamos conocer, saber plantear y balancear. Veamos brevemente cada una.
Investigativas
El primer tipo de preguntas que proponen son del estilo ¿Qué y por qué? Estas deben plantearse primero porque nos permiten clarificar el propósito de lo que estamos haciendo. Además nos permiten establecer qué debemos saber y aprender para alcanzar ese propósito establecido. Ejemplos de ellas ¿Qué queremos alcanzar realmente?, ¿Por qué sucedió esto?, ¿Cuáles son las causas y efectos de una situación? Este tipo de preguntas en última instancia busca identificar y analizar un problema o situación en profundidad.
Especulativas
Muchas veces es vital reformular un problema o buscar soluciones creativas para el mismo, para lo cual las preguntas especulativas son una excelente opción. En este caso hablamos de interrogantes como ¿Y si...?, ¿Qué más? Estas preguntas permiten abordar el problema o reto de forma más amplia y cómo decíamos buscar soluciones alternativas. Otros ejemplos serían ¿Cuáles otros escenarios podrían darse?, ¿Podemos hacer esto diferente?, ¿Qué cosas podemos simplificar, cambiar o eliminar?
Productivas
En este caso las preguntas se orientan a evaluar la disponibilidad de talento, capacidades, tiempo y otros recursos con el fin de valorar la implementación de las soluciones propuestas. Acá estamos hablando del ¿Cómo?, ejemplo serían ¿Cómo podemos hacerlo?" "¿Cómo sincronizaremos nuestras acciones?". "¿Cómo mediremos los progresos?, ¿Cuál es el siguiente paso?, ¿Tenemos los recursos requeridos?
Interpretativas
Redefinir continuamente la cuestión central, ir más allá de la superficie y preguntar ¿De qué trata realmente este problema? es el objeto de las preguntas interpretativas. Estas preguntas caen muy bien después de las anteriores (investigativas, especulativas y productivas) porque permiten una especie de seguimiento. Muestras de este tipo serían ¿Cuál debería ser nuestro objetivo central?, ¿Cómo esto se alinea con nuestra meta?, ¿Qué podemos aprender de esta nueva información?
Subjetivas
Finalmente los autores proponen dejar espacio para preguntas que lidien con las reservas personales, frustraciones, tensiones y agendas ocultas que pueden desviar la toma de decisiones, es decir con aspectos emocionales. Usualmente no son temas que se hablen de forma explicita en los negocios, pero la experiencia demuestra que son muy importantes de considerar. Algunas de ellas son ¿Cómo nos sentimos realmente con esta situación?, ¿Qué aspectos nos preocupan?, ¿Estamos todos realmente alineados?, ¿Le hemos consultado a las personas correctas?
Conociendo este tipo de preguntas, tratando de balancear el tiempo que dedicamos a cada una, compartiéndolas con nuestros equipos y promoviendo que todas las personas las tengan en cuenta, podemos mejorar individual y colectivamente nuestra capacidad de preguntas de forma más inteligente.
Si gusta leer el artículo completo (en inglés) le dejo la referencia a continuación:
Arnaud Chevallier, Frédéric Dalsace, y Jean Louis Barsoux. "The art of asking smarter questions". Harvard Business Review, May–June 2024